BINADORAS PARA UN FUTURO SIN HIERBA

La innovación en la agricultura lleva a evaluar los beneficios de prácticas agronómicas establecidas desde hace años: el deshierbe elimina la competencia de las malas hierbas hacia el cultivo.

El deshierbe va un paso más allá, añadiendo beneficios para una mejor producción a largo plazo y respondiendo a las demandas cada vez más apremiantes de una agricultura sostenible desde el punto de vista medioambiental.

La escarda rompe y mezcla la capa superficial del suelo en el entresurco, con lo que se consiguen beneficios como

1. la ruptura de la costra superficial, para interrumpir la capilaridad vertical que se crea en el suelo tras periodos prolongados de sequía, y agrava la condición de déficit hídrico;
2. en el caso contrario de las precipitaciones, una incorporación más uniforme del agua meteórica, lo que beneficia una mejor absorción de la parte superior del sistema radicular y una reducción de la escorrentía superficial, que es una de las causas de la erosión;
3. la acción de desherbado mecánico es una alternativa válida al desherbado químico.

La gama de escardadoras OLIVER AGRO, también apta para contratistas, en sustitución de la escarda química y en combinación con la azada en cultivos hortícolas y extensivos como el maíz, la soja o el tomate industrial, incluye los modelos Rotosark y Rotovert como soluciones eficaces.

Una práctica constante de control mecánico de malas hierbas reduce el banco de semillas en el suelo y, en consecuencia, la competencia desde la fase de siembra del cultivo.

Una práctica constante de desherbado no sólo reduce el banco de semillas, sino que mejora la estructura del suelo que da cabida al cultivo y aumenta la disponibilidad de agua en periodos de sequía prolongada como los que estamos viviendo últimamente.

Entonces, ¿por qué seguir escardando?